lunes, 2 de junio de 2008

Norte 12

Supe de una calle solitaria, era una calle silenciosa, ni siquiera las risas o el ruido de los niños se escuchaban en ella. Yo no pasaba por ahí. Un día, en la escuela, escuché que retaron a una niña a pasar por esa calle, y ella lo hizo pero ya no salió. Todos la buscaron: sus padres, sus tíos, incluso sus maestros, pero sus compañeros no dijeron nada. Al buscarla las personas mayores pasaron por la calle silenciosa, la norte 12, pero no notaron ni vieron nada raro. Después de algún tiempo de no saber de la niña, la dieron por perdida.


Al pasar de los años, los señores que un día fueron amigos de la niña extraviada pasaron por ahí y se atrevieron a entrar, cuando entraron se volvieron niños y se reencontraron con su amiga ¡seguía siendo niña! Quedaron más sorprendidos de todo lo que veían: había comida, cuartos juegos, todo para vivir… Ya no volvieron.


Entonces todos empezaron a contar la leyenda de la Norte 12. Un día un niño se atrevió a entrar a esa calle, pero la magia ya se había ido.

1 comentario:

Alejandra Guzmán Pulido dijo...

Gracias por este cuento Helen, me acordé de mi fijación a escribir sobre casas, calles y espacios urbanos donde siempre hace falta revivir su magia, para que la gente pueda ser un poquito más feliz viviendo ahí.
Te felicito y espero que nunca de los nuncas, dejes de escribir y leer... felicito a tus padres por impulsarte a ser una escritora, porque los míos no sabían que yo podía escribir y ya era una niña grandota de 19 años cuando se enteraron, ¡buuuu!...
CUIDATE MUCHO

Atentamente
Alejandra Guzmán Pulido
Amiga de Nati