martes, 10 de junio de 2008
Escríbeme
lunes, 2 de junio de 2008
Puerta misteriosa
Había unos niños que trabajaban en un taller mecánico, eran cuatro: uno de ellos era misterioso y nadie sabía donde vivía porque casi no hablaba, pero él vivía en un terreno baldío sobre montones de basura, era un mundo raro. Sus compañeros del taller sentían curiosidad y querían averiguar donde vivía, así que un día decidieron seguirlo y vieron que él entraba a una puerta que estaba entre un montón de basura, y como ellos querían saber qué había adentro se acercaron a la puerta queriéndola abrir; pero para su sorpresa, cuando movieron la perilla de la puerta ésta se empezó a deshacer, y los otros chicos se dieron cuenta que la puerta estaba formada por millones de cucarachas que rápidamente empezaban a subirse por sus brazos, por sus piernas, por sus cuerpos, queriendo meterse a su boca.
La pared mágica
Norte 12
Supe de una calle solitaria, era una calle silenciosa, ni siquiera las risas o el ruido de los niños se escuchaban en ella. Yo no pasaba por ahí. Un día, en la escuela, escuché que retaron a una niña a pasar por esa calle, y ella lo hizo pero ya no salió. Todos la buscaron: sus padres, sus tíos, incluso sus maestros, pero sus compañeros no dijeron nada. Al buscarla las personas mayores pasaron por la calle silenciosa, la norte 12, pero no notaron ni vieron nada raro. Después de algún tiempo de no saber de la niña, la dieron por perdida.
Al pasar de los años, los señores que un día fueron amigos de la niña extraviada pasaron por ahí y se atrevieron a entrar, cuando entraron se volvieron niños y se reencontraron con su amiga ¡seguía siendo niña! Quedaron más sorprendidos de todo lo que veían: había comida, cuartos juegos, todo para vivir… Ya no volvieron.
Entonces todos empezaron a contar la leyenda de la Norte 12. Un día un niño se atrevió a entrar a esa calle, pero la magia ya se había ido.